jueves, 25 de agosto de 2016

Publicidad engañosa, autoridades silenciosas.

Según la nota publicada en el diario virtual "Las Américas" y tal como lo relataron en las redes sociales varios usuarios, durante un seminario internacional organizado por la Superintendencia de Control del Poder de Mercado (SCPM) y la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, en el espacio para preguntas del público, uno de los perjudicados por el falso 4G de Movistar relató el engaño del que fue víctima, el cual ha sido judicialmente demostrado e incluso sentenciado.
Esto refrescó en nuestra memoria uno de los casos más famosos -pero menos comentados- de publicidad engañosa por parte de una telefónica, cuando la empresa Movistar en el año 2011 -sin contar con la tecnología, ni la autorización estatal- promocionó por largo tiempo el servicio 4G el cual no estaba en capacidad de ofrecer, engaño en el que cayeron muchas personas incluso mi hermano y varios amigos.
Es importante anotar que el Gobierno de Ecuador recién asignó la frecuencia 4G a Movistar en el año 2015, pero desde el 2011 esta empresa promocionó el servicio sin tenerlo en avisos de prensa, comerciales de televisión e incluso vallas publicitarias, es decir toda una campaña desplegada. La autoridad de telecomunicaciones de aquel entonces, ordenó suspender la campaña, ante lo cual la operadora hizo caso omiso y la mantuvo al aire por más de un año.
El usuario que intervino durante el comentado seminario acudió ante las autoridades competentes en su momento y logró que la empresa sea sentenciada a pagar una multa de $4 mil y a rectificar a través de medios de comunicación de alcance nacional, mandatos judiciales que la multinacional se niega a cumplir.
Evidentemente el caso del usuario demandante no es el único, pero sí es la primera persona que se atrevió a denunciar el hecho ante la Defensoría del Pueblo y luego ante la Función Judicial, todo esto ante la mirada silenciosa de las autoridades competentes que desde el 2011 poco o nada han hecho para que la empresa telefónica sea sancionada por haber emitido publicidad engañosa, tal como lo recoge la ya precitada sentencia que hoy está debidamente ejecutoriada.
Por ello es fundamental que otros usuarios que se hayan sentido afectados por esta publicidad engañosa no callen y que la autoridad tome inmediatamente medidas para sancionar lo que constituye un caso que todos conocimos y recordamos, pero que al parecer quienes son competentes para investigar y sancionar, simplemente han dejado en el olvido.

Twitter: @ccoronelg

viernes, 9 de marzo de 2012

Discurso en la presentación del libro "Yo Libertadora" de Cristina Reyes Hidalgo


“Soy de mis amigos un descanso, soy lo que me dé la gana... sí, sí, sí… soy escritora también.” Cristina Reyes

  • Abogada Doménica Tabacci, Vicealcaldesa de Guayaquil
  • Querida Cristina, la mujer que se bajó de su curul constituyente para hoy hablarnos al oído con dulzura…
  • Señores, señoras y señoritas Concejales del Cantón
  • Señor Cónsul General de España
  • Querida familia Reyes Hidalgo y amigos de Cristina
  • Señoras y señores…

¡Qué gusto compartir esta noche con entrañables amigos!, como estamos entre amigos no esperen un hermoso y elaborado discurso, solo pretendo conversar con ustedes -como lo hacen los amigos- con palabras sencillas y desde este corazón emocionado.

Cuando Cristina me invitó a que comparta con ustedes esta noche, debo confesar que disfracé con una sonrisa mis nervios y con un "encantado mi libertadora" ese incontrolable temor ante honor tan grande. Hoy, sin disfraces les digo que me siento muy orgulloso de ser parte de este momento porque conozco lo que han significado para mi amiga estas páginas, porque ahora que estoy aquí recuerdo las preocupaciones y las sonrisas que arrancó este libro antes de ser parido con dulce inspiración.

En estas letras traviesas que bailan en mis ojos y le coquetean al alma, logro encontrar a la Cristina de carne de hueso, la mujer, la hija, la hermana, la amiga, la luchadora, la incansable, la de la sonrisa constante. La eterna enamorada que desde la tierra de Olmedo abraza al mundo, sus dolores y alegrías, enamorada de la nostalgia, del camino más que del destino, leo en cada letra a Cristina la eterna enamorada de su historia.

En su rostro y estas letras me reencuentro con Manuelita Sáenz y Rosita Campusano, esas mujeres de historias y aventuras. Pero también veo a la mujer de a pie, a la mujer de ayer y la mujer de hoy: a la negra, la chola, la mestiza y a María, la madre indígena a quien dedica “nación piel”:
“puedo reconocerme en tu piel cobriza, cobijada de ancestros, de caudalosos ríos sesgados por la injusticia… en tu larga cabellera enredo mi emoción. Histórica y profunda tu piel me invita, a ser todos los colores del mundo incluyente…”

Navegando maravillado a través de estas páginas me sorprendieron las fuertes olas del amor, también encontré olvido, aventura, pasión, grito de protesta, vida, nostalgia, alegría y libertad… Es que Cristina no solo defiende y vive la libertad, también la acaricia con sus letras y nos dice:
“Esta libertad se bebe al mundo… Es tan atrevida y sumisa, tan contradictoria y tan mía, al fin de cuentas es mi libertad.. y yo elijo… y yo pago… y me levanto o le agradezco… y la vuelvo a elegir”

La insubordinación y autenticidad de la autora se reflejan en cada línea. Es indispensable hacer una pausa a la rutina, abrazar la noche, abrir este libro –que con vino sabe mejor- y aventurarse a disfrutar del alma sencilla. Es que también hay quienes no logran despojarse de juicios y prejuicios, de esa moral duplicada, de aquellos que decretan lo que es correcto y lo grabaron con martillos en sus duros e inertes corazones. Para ellos también hay espacio en “Los Criticólogos”:
“Engómense de su intelectualidad soberbia, yo no calzo allá en sus fríos cerebros, no me siento mal por sus murmuraciones… Me conformo con mi prosa bendita, dueña del coloquio natural y de un mundo volátil y sin reglas, que seguramente conocerían, cuando decidan sentir sencillamente y dejar huellas…”

Si abre cualquier página del libro ustedes podrán notar la forma particular que la autora insinúa sus objetivos, porque a través de cada dosis de sus poemas ella conmueve, reinventa, seduce, invita, baila, sueña y acompaña al lector en una conversación profunda, sin que medie lo acartonado. Ella traerá a esta batalla solo dos armas: su pasión y su tinta. En “poesía” se confiesa:
“La imaginación me preguntó si te conocía, poesía… y yo te negué tres veces… y no pude decirles la verdad, decirles que contigo fraguaré milagros, a fuego eterno edificaré humanistas y habrá danzas en América con tu sangre… Cuando contigo hada blanca, los derrotemos, no me niegues tú.”

Quiero invitarlos a atreverse a tomar lentamente, sorbo a sorbo, este maravilloso encuentro con nuestro espíritu. Estoy seguro que llegarán a emborracharse de historias, desafíos, locuras y pasiones… Terminada esta aventura nos volveremos adictos a vivir y sonreír.

Aquí también encontrarán erotismo. Quiero citar “opciones andinas” donde nos encontramos con la mujer atrevida y sensual:
“¿Qué  harían tus manos en una noche oscura?, ¿qué harían peligrosas en mi sinuosidad?, escalarían mis andes dormidos, amarían mis ojos caídos en el valle mordaz, o suplicarían a mis mares de agua turquesa, mi arena rosada, mis olas de reina… ¿Qué harían tus manos con el amor?”

Gracias Cristina por regalarnos tu poesía, tu talento, por no negarte al mundo... Porque escribir es una forma de amar, como diría nuestra gran amiga Fernanda Pazmiño.

Es que más allá de la poesía, Cristina pertenece a una nueva generación que ha decidido dejar de ser una isla en medio de la sociedad ecuatoriana para convertirse en protagonistas de la historia… Es que a pesar de nuestra juventud hay tanto que podemos enseñar a los experimentados, los adultos de la política y la guerra… Así como hace 200 años, hoy vivimos la misma necesidad del surgimiento de nuevos y valientes liderazgos, la participación de verdaderos enamorados de la Patria y defensores aguerridos de la libertad. No cabe duda que por las venas de Cristina corre la sangre de alguna parisina de mayo del 68.

El amor por esta patria lo expresa en muchos de sus poemas, lo hace también cuando en “Patria amada” desnuda su corazón tricolor:
“Patria amada, ocasión de refugio, en tu santo terruño acaricias el dolor, dolor ausente de tus hijos fecundos, que guardan migajas con sabor a conquista, que esculpen caminos en otro eslabón… Patria amada, rocías mis alas, en tu sagrada estela me infundes pasión, ardor de saberte tan mía y del vértigo, sensual y orgullosa reclamas acción…”

Nosotros no luchamos con balas, disparamos poemas directo al centro del alma; nosotros tenemos un compromiso generacional por dignificar la política; nosotros tenemos la tarea impostergable de reinventar los sueños.

Para concluir quiero citar a nuestro maestro, el escritor y activista venezolano Gustavo Tovar Arroyo, quien respecto a este libro dice:
“Contestataria y provocadora, sensual y lucida. Cristina se enclava en su siglo… a modo de una dulce y bella travesura de la eternidad… y en un goce sensual a través de una lectura que nos abraza a Latinoamérica, descubrir a la mujer ecuatoriana: su incendiaria y eterna vocación de libertad…Cuando generaciones futuras se sienten a leer estos poemas podrán dilucidar la intensidad con la que se vivió esta época. La juventud floreció de la Pachamama americana y se pronunció con rebeldía, sin miedo…”

Señoras y señores…


                                                                                                               César Coronel Garcés

8 de marzo de 2012, Salón de la Ciudad
Guayaquil - Ecuador
  

jueves, 23 de febrero de 2012

No a las mentiras

Por: Emilio Palacio

Esta semana, por segunda ocasión, la Dictadura informó a través de uno de sus voceros que el Dictador está considerando la posibilidad de perdonar a los criminales que se levantaron el 30 de septiembre, por lo que estudia un indulto.
No sé si la propuesta me incluya (según las cadenas dictatoriales, fui uno de los instigadores del golpe); pero de ser así, lo rechazo.
Comprendo que el Dictador (devoto cristiano, hombre de paz) no pierda oportunidad para perdonar a los criminales. Indultó a las mulas del narcotráfico, se compadeció de los asesinos presos en la Penitenciaría del Litoral, les solicitó a los ciudadanos que se dejen robar para que no haya víctimas, cultivó una gran amistad con los invasores de tierras y los convirtió en legisladores, hasta que lo traicionaron. Pero el Ecuador es un Estado laico donde no se permite usar la fe como fundamento jurídico para eximir a los criminales de que paguen sus deudas. Si cometí algún delito, exijo que me lo prueben; de lo contrario, no espero ningún perdón judicial sino las debidas disculpas.
Lo que ocurre en realidad es que el Dictador por fin comprendió (o sus abogados se lo hicieron comprender) que no tiene cómo demostrar el supuesto crimen del 30 de septiembre, ya que todo fue producto de un guión improvisado, en medio del corre-corre, para ocultar la irresponsabilidad del Dictador de irse a meter en un cuartel sublevado, a abrirse la camisa y gritar que lo maten, como todo un luchador de cachacascán que se esfuerza en su show en una carpa de circo de un pueblito olvidado.
A esta altura, todas las 'pruebas' para acusar a los 'golpistas' se han deshilvanado:
El Dictador reconoce que la pésima idea de ir al Regimiento Quito e ingresar a la fuerza fue suya. Pero entonces nadie pudo prepararse para asesinarlo ya que nadie lo esperaba.
El Dictador jura que el exdirector del Hospital de la Policía cerró las puertas para impedir su ingreso. Pero entonces tampoco allí hubo ningún complot porque ni siquiera deseaban verle la cara.
Las balas que asesinaron a los policías desaparecieron, pero no en las oficinas de Fidel Araújo sino en un recinto resguardado por fuerzas leales a la Dictadura.
Para mostrar que el 30 de septiembre no usaba un chaleco blindado, Araújo se colocó uno delante de sus jueces y luego se puso la misma camiseta que llevaba ese día. Sus acusadores tuvieron que sonrojarse ante la palpable demostración de que los chalecos blindados simplemente no se pueden ocultar.
Podría seguir pero el espacio no me lo permite. Sin embargo, ya que el Dictador entendió que debe retroceder con su cuento de fantasmas, le ofrezco una salida: no es el indulto lo que debe tramitar sino la amnistía en la Asamblea Nacional.
La amnistía no es perdón, es olvido jurídico. Implicaría, si se la resuelve, que la sociedad llegó a la conclusión de que el 30 de septiembre se cometieron demasiadas estupideces, de parte y parte, y que sería injusto condenar a unos y premiar a otros.
¿Por qué el Dictador sí pudo proponer la amnistía para los 'pelucones' Gustavo Noboa y Alberto Dahik, pero en cambio quiere indultar a los 'cholos' policías?
El Dictador debería recordar, por último, y esto es muy importante, que con el indulto, en el futuro, un nuevo presidente, quizás enemigo suyo, podría llevarlo ante una corte penal por haber ordenado fuego a discreción y sin previo aviso contra un hospital lleno de civiles y gente inocente.
Los crímenes de lesa humanidad, que no lo olvide, no prescriben.



lunes, 15 de agosto de 2011

Majadero aplaude eliminación del delito de desacato al cumplirse 3 años de los sucesos en Universidad Católica


Twitter: @ccoronelg

Al cumplirse, este martes, 3 años del 16 de agosto de 2008, día en que una protesta estudiantil se convirtió en una batalla campal entre estudiantes opositores y simpatizantes del gobierno dentro del campus de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, César Coronel Garcés, columnista de Diario Hoy y uno de
los acusados, aplaude el anuncio presidencial de eliminar el delito de desacato del Código Penal.

El miércoles 10 de agosto, durante el “informe a la nación”, el economista Rafael Correa Delgado, Presidente del Ecuador, anunció que en la próxima reforma penal se eliminaría el delito de desacato, norma establecida en el artículo 230 del actual código penal que dispone: “El que con amenazas, amagos o injurias ofendiere al
Presidente de la República o al que ejerza la Función Ejecutiva, será reprimido con seis meses a dos años de prisión y multa de dieciséis a setenta y siete dólares de los Estados Unidos de Norteamérica”

Ante el anuncio presidencial, Coronel mostró su satisfacción: “Hay que aclarar que este delito no lo inventó Correa, pero que bueno que sea él quien tenga ahora la iniciativa de eliminarlo. Esto es consecuencia de una constante lucha de muchos grupos que por varios años hemos exigido la eliminación de un delito que
es condenado por organismos internacionales como la ONU, la OEA y la Corte Interamericana de Derechos Humanos porque atenta contra derechos humanos como el de la libertad de expresión y pone en una condición de desigualdad a los mandantes respeto del mandatario porque da una condición privilegiada al Jefe de Estado. Este es un importante paso que nos permitirá a los ecuatorianos ir convirtiéndonos de súbditos a ciudadanos.”

Coronel junto a 5 compañeros de la Universidad Católica fueron acusados en el 2008 por el delito de desacato contra el presidente Correa y luego de casi un año y medio fueron sobreseídos en segunda instancia por la Segunda Sala Penal de la provincia del Guayas; si la sentencia hubiera sido contraria, debían pasar 2 años en prisión y pagar una multa de hasta $77.

Recordando los sucesos de hace 3 años, Coronel reitera: “un grupo de jóvenes, por alzar nuestra voz y protestar, fuimos cruelmente agredidos en nuestra propia universidad, luego enfrentamos un injusto proceso penal y fuimos injuriados por parte del gobierno nacional en los enlaces ciudadanos y cadenas nacionales
ordenadas con dinero del Estado para intentar desprestigiar a 6 estudiantes universitarios tratando de convertirnos de víctimas a victimarios. Pasó año y medio para que los tribunales de justicia comprueben nuestra inocencia y hasta ahora el gobierno no ha remediado todo el daño que nos hicieron a nosotros y nuestras familias y tampoco he escuchado una rectificación por parte del gobierno nacional ante la serie de acusaciones que empezaron por terrorismo, pasando por intento de magnicidio e incluso se insinuó que yo conspiraba como parte de una organización internacional de extrema derecha. Nada de esto se comprobó.”

martes, 26 de julio de 2011

Tengo miedo

Ayer, cuando eran aproximadamente las 10 de la mañana, luego de participar en el plantón de apoyo a Diario El Universo, llegué a los bajos del Consejo de la Judicatura, en donde se estaba desarrollando la audiencia por la denuncia planteada por el p residente Rafael Correa a Emilio Palacio, El Universo y sus directivos. En el lugar el ambiente era bastante tenso; la prensa no podía subir a la sala donde se daba la audiencia; a mí tampoco me permitieron ingresar. Este tipo de prohibiciones las rechazo porque son una clara señal de prepotencia y abuso de autoridad.
Al llegar al lugar fui recibido por un grupo de funcionarios públicos y manifestantes que me agredieron con insultos y ofensas. Lo mismo hicieron con Tania Tinoco sin importarles su condición de mujer y el respeto que se merece por ser un símbolo del periodismo valiente de este país. ¿Eso es lo que el Gobierno quería? ¿Por qué insisten en enfrentarnos entre hermanos?
El sábado en el "enlace ciudadano", el presidente Correa anunció que vendría a la Corte con manifestantes y que hacía responsable a El Universo por cualquier cosa que pueda pasar.
Esta declaración del jefe de Estado me recordó aquel sábado de agosto del 2008 cuando Correa dijo: "Aquí somos 400, abajo hay 50 majaderos, vayan y enséñenles a ser democráticos", recuerdo poco grato por las consecuencias que tuvo.
Hay varias interpretaciones para lo que está pasando: que Correa quiere meter preso a Palacio, está más que demostrado que esto no es personal; que quiere callar a El Universo, si se resuelve de manera negativa no solo se perjudica a ese medio; y otros piensan que es por los $80 millones; sin embargo esa cantidad no creo que sea suficiente para el acusador.
El resultado de esta sentencia tendrá dos lecturas en caso de ser positiva para Palacio, el Diario y sus directivos o negativa: Si se resuelve de manera positiva, se habrá demostrado que aún existen jueces valientes e independientes, además quedará en evidencia que este tipo de procesos son parte del show con el que pretenden callarnos. Si la resolución judicial es negativa, eso si será muy peligroso para la salud de la democracia y para nuestra libertad; los perjudicamos seremos todos los ecuatorianos: chiros, pelucones, blancos, negros, patuchos, gordos y flacos...
Si usted cree que esto solo afecta a Palacio, los Pérez y su negocio, se equivoca. En el supuesto -esperemos que no- de que el Gobierno logre una sentencia a su favor, se dejará sentado un grave precedente en contra de la libertad de expresión y nos afectará principalmente a los ciudadanos. Quizá si resuelven encarcelar a Palacio, él sufrirá varios años de prisión, pero nosotros seremos condenados a vivir con las manos encadenadas y seguirán los intentos por callar otras voces criticas que, por miedo, cada vez serán menos.
Alguien me preguntaba ayer si tengo miedo; por primera vez acepté que sí. Esta vez tengo miedo a que empecemos a sentir miedo ante lo que pasa. Tengo miedo a que nos quedemos inmóviles. Tengo miedo a que perdamos nuestra capacidad de sorprendernos a la corrupción y los abusos. Tengo miedo a que los directivos de los medios de comunicación empiecen a callar a sus trabajadores y colaboradores. Tengo miedo a que los ciudadanos empecemos a recibir información censurada. Tengo miedo a que los jóvenes crezcan en un país sin oportunidades y sin libertad. Pero sobre todo, tengo miedo a vivir en un Ecuador gobernado por el miedo.

* Publicado el 20 de julio de 2011 en Diario Hoy
** Publicado el 21 de julio de 2011 en El Comercio